lunes, 5 de febrero de 2018

III recogida solidaria para personas desplazadas en Siria. El Grupo Scout Matterhorn 217

      Mientras los medios de comunicación se ocupan desde hace meses de otros asuntos que no avanzan, ocurren sucesos en el mundo, la gente lleva su día a día lo mejor que puede. Algunos sufren, algunos se dejan la piel en sus labores solidarias, muchos están dispuestos a poner todo lo posible de su parte en pos del ideal de que cambie el mundo, aunque sea un poquito.
      Así es. Lo hemos vuelto a constatar en la respuesta que estamos recibiendo desde el momento en que hemos publicado la convocatoria de nuestra tercera recogida solidaria: el AMPA del IES Juan de Herrera y el Ayuntamiento de San Lorenzo de El Escorial han difundido nuestro cartel; nos ha llamado un querido compañero, profesor ahora en un IES de Vallecas, con el ánimo de sumarse a nuestra iniciativa o de organizar también una campaña en su Instituto actual, y, como el año pasado, se nos une en esta empresa el Grupo Scout Matterhorn 217 .
    A pesar de que, por motivos que no vienen al caso, este año la actividad se ha convocado con escaso tiempo y para solo cinco días, los Scouts han mostrado su capacidad de reacción inmediata y de organización, y convocaron a los suyos para que entregaran productos solidarios el sábado pasado, tanto en su sede de Madrid como en el albergue Fuentenueva, de San Lorenzo.

      El resultado se ve en esta foto que nos envía Alicia, y lo que vivieron el sábado, lo relatamos con sus propias palabras:
      "La recogida ha sido emocionante. Padres, madres y educandos del Grupo han ido llegando a a la reunión cargados de objetos para la recogida con la que ya llevamos colaborando dos años. 
      Y es emocionante la implicación, el cariño y el trabajo que lleva esto detrás. 
      Nos sentimos con la responsabilidad y con el privilegio de poder ayudar a quienes necesitan ayuda en estos días más crudos. Y no lo pensamos dos veces. Estamos ahí. Con el afecto y la responsabilidad requerida. 
      Personas que ayudan a personas. Todos juntos siempre es más fácil."

      Y es verdad, Alicia, y tu Grupo de Scouts: todos juntos podemos conseguir pequeños logros. En eso estamos. Un millón de gracias por sumaros a esta campaña otra vez. Por Siria, por gente que sufre.

Cuarenta y seis mantas de lana tejidas a mano. Las IAIAS

            Hoy lunes en nuestro Instituto empieza la III Recogida solidaria para personas desplazadas en Siria, y por eso el viernes quedó preparado el vestíbulo, con cajas abiertas que irán 'llenándose de esperanza', como dice nuestro cartel.
      Las aulas se habían ido vaciando a las dos y cuarto, como cada viernes, pero no todo el mundo se marchó directamente a casa, sino que, una vez más, como cada viernes, unas cuarenta personas entre alumnado y profesorado, nos encaminamos a la cafetería y, tras debatir distintos asuntos mientras comíamos, nos pusimos manos a la obra: a armar cajas y reforzarlas con cinta de embalar, a poner una mesa cubierta con el hule de Amnistía y, sobre ella, una muestra de los productos que recogeremos; a diseñar carteles, a imprimir etiquetas, a buscar atriles...
      ... Y a guardar las ¡cuarenta y seis mantas! que nos ha donado la Asociación IAIA (Asociación de labores solidarias de la IAIA). Preciosas mantas de múltiples colores, de distintos tamaños, de puntos diversos tejidos en cuadraditos de lana. 
     Tenemos que contarlo bien: el miércoles por la noche nos escribió Carolina, una de las personas de Aldeas Infantiles SOS que habían colaborado en nuestro Festival de noviembre, anunciándonos que las IAIAS tenían mantas de lana tejidas a mano para mandar a Siria con la campaña solidaria de nuestro Grupo. Es inenarrable la emoción provocada por semejante ofrecimiento, y esa emoción creció cuando, por medio de su web, conocimos el proyecto imaginativo y humano que desarrollan las IAIAS. 
      ¡Qué buen nombre para esta Asociación! Contrariamente a lo que primero habíamos pensado, ese nombre de IAIAS no son siglas, sino la forma cariñosa de llamar a las abuelas en catalán. ¡Claro! ¡Yayas! Porque quienes tejen esos cuadraditos son mujeres de Centros de la Tercera Edad.  

      Cuanto más conocemos el proyecto, más crece nuestra admiración. Las personas de la asociación recogen ovillos, madejas de lana que dona la gente de forma altruista, y ellas llevan esa lana a residencias. Allí, las residentes elaboran sus creaciones mientras pasan el tiempo concentradas en su labor, con la mente activa, en compañía de otras. Una tricota, mientras la de al lado hace ganchillo, y comentan sobre el punto tal o cual, pero también recuerdan aquella colcha que costó noches enteras terminar, o los visillos diferentes de las ventanas de toda la casa, los paños de un punto que le enseñó su vecina, las decenas de baberos de perlé para regalar a bebés a lo largo de los años o los gorritos a juego con patucos y jerseicitos de recién nacidos, la toquilla que hizo su cuñada, el puesto del mercadillo de los lunes donde encargaba la lana, los callos de los dedos, la artrosis que fue dejando doloridas y agarrotadas como sarmientos sus manos ...
      Tejen mientras cuentan historias que son repaso de su vida y poco a poco su cuadradito de lana va tomando forma, de un color que combinará con el que está haciendo la de enfrente. Así pasan los ratos. 



      Y cuando están terminados, pasan las de las IAIAS a recogerlos todos y los unen formando esas preciosas mantas que nos esperaban en su modesto local de Villalba y que nos entregó Sagrario, una voluntaria encantadora que nos habló de mujeres mayores que tejen a pesar de que les falla la vista, a la vez que  cosía diligentemente etiquetas a unos ositos de lana que van a ir a otro destino solidario.
      Con Sagrario y su hija cargamos las mantas en nuestro coche, llenando hasta los topes el maletero y todo el asiento de atrás. 




      Son esas mantas que el viernes pasado hemos palpado con admiración en la reunión del Grupo, y luego hemos doblado y metido en sus cajas con el mensaje "Dona tu ovillo", contribuyendo a esa red de solidaridad que las IAIAS tejen. 

      Estas mantas llegarán a Siria, a campos de personas desplazadas porque la guerra las ha expulsado de sus hogares. Y las abrigarán. Es una lana especial. De las IAIAS. 

viernes, 2 de febrero de 2018

Enviamos cajas llenas de esperanza. III Recogida solidaria para campamentos de desplazados en Siria

     

      El pasado siete de enero leíamos en Facebook que la Asociación de Apoyo al Pueblo Sirio (AAPS) hacía un llamamiento que nos devolvió a la realidad tras las fiestas:
     
      “EMERGENCIA HUMANITARIA EN SIRIA
      Rif Hama y RIf Idlib sufren estos días intensos ataques por tierra y aire que están provocando la huida de miles de civiles. Las ONGS sirias esperan el desplazamiento de más de 250.000 personas de las zonas bombardeadas. Nuestra contraparte, Sham el Jair, ha recibido -solo en los últimos cuatro días- 63.000 desplazados, cifra que va en aumento según pasan las horas y por eso nos piden ayuda urgente.”

      Ante esta situación angustiosa, en la primera reunión del año de nuestro Grupo Escolar tomamos la decisión por tercera vez  de convocar una recogida solidaria para las personas desplazadas en el interior de Siria, para que AAPS les haga llegar lo que podamos reunir.
      Las fechas de la recogida serán entre el 5 y el 9 de febrero, de 9 a 21 h., en el IES Juan de Herrera (Carretera de Guadarrama s/nº de San Lorenzo de El Escorial (Tfno.: 918902470).
      En el cartel que hemos diseñado para esta nueva campaña, veréis que anunciamos que hacen falta mantas, almohadas, productos de higiene, alimentos infantiles y otros alimentos no perecederos que no contengan cerdo ni vayan en frascos de cristal (hace mucha falta harina).
      No recogemos ropa, por instrucciones de la AAPS. 
    Si algún Centro educativo, entidad  o asociación decide sumarse a nuestra iniciativa, agradeceremos que se traigan los productos clasificados por tipo, en cajas (de las que tiran en los supermercados, por ejemplo) e identificando cuál es la identidad que los entrega.
      

      Por otro lado, están abiertas las inscripciones para la carrera por Siria en Madrid, que llega a su tercera edición. Será el 18 de febrero y, como en años anteriores, hay  recorrido de cinco o de diez kms., y dorsales "cero" para quienes no quieran o no puedan correr. Pueden inscribirse menores con permiso de sus responsables familiares, y también necesitan gente voluntaria.
      Si podéis difundirlo, seguramente mucha gente se animará a colaborar. 


     Con ocasión de esta nueva campaña, por fin editamos uno de los microrrelatos que se crearon en el taller del Festival del 4 de noviembre "Por un hogar para los niños de la guerra en Siria". Su autor es Guillermo, un alumno de 3º de ESO, que ha sabido reflejar la situación de caos del protagonista, y empatiza con el horror que puede sentir Mikael, quizá de su edad, uno de los muchos menores que ve trastornada su existencia por la guerra: 

ME PREGUNTO CUÁL SERÁ EL FINAL DE ESTE CAPÍTULO DE DOLOR, SUFRIMIENTO Y DOLOR... 
POR GUILLERMO GUTIÉRREZ
      "Me llamo Mikael. Al menos ese es el nombre que mis padres, a los cuales hace meses que no veo, me pusieron. 
      Hace escasamente cuatro meses mi vida cambiaría drásticamente de rumbo. 
      Era una seca noche de verano, el sol hacía tiempo que se había escondido tras los altos edificios de la ciudad, el polvo seco inundaba el ambiente, y secaba mi garganta. 
      Volvía a casa por la calle principal, que se encontraba extrañamente vacía, aceleré el paso con los nervios a flor de piel. Algo me decía que nada estaba bien. Tanto silencio, tan pocas luces...
    De repente un fogonazo, seguido de un ruido atronador. Caí impulsado por una fuerza descomunal que rompía los cristales de los coches y las casas, haciendo saltar alarmas por todos lados. 
      Conseguí incorporarme y, al girarme, el corazón se me encogió. Todo un edificio había sucumbido bajo una explosión y varios de los alrededores ardían desenfrenados. El terror que sentí en ese momento, paralizó todos y cada uno de los músculos de mi cuerpo. Tardé unos segundos en reaccionar, lo justo para apartarme de la trayectoria de una roca que cayó a escasos centímetros de mí.       
      Corrí tan rápido como pude a mi casa, pero al llegar allí, descubrí con horror que mis terrores más profundos se habían hecho realidad. Donde antes se alzaba un alto edificio lleno de balcones y luces, ahora ya solo quedaban escombros. Con la incertidumbre acerca de si mis padres habían sobrevivido o no, caminé por la ciudad sin rumbo fijo ni destino claro.  
      A las pocas horas pude incorporarme a un grupo de personas que viajaban hacia Europa. Ahora ellos son mi amigos, mis compañeros de penurias, incertidumbres y alegrías. Así comenzó mi historia, y ahora, día tras día, me pregunto cuál será el final de este capítulo de dolor, sufrimiento y temor hacia el mundo al que nos acercamos cada día más." 


Semana de los Derechos Humanos en el IES Juan de Herrera

      "Enhorabuena a todos y todas que habéis hecho hoy el pasaclases. Y a las que habéis estado en la mesa de recogida de firmas. ¡Bravo!"
      Es el mensaje de whatsapp de uno de los profesores del Grupo Escolar de Amnistía Internacional de nuestro Instituto, el Juan de Herrera, el primer día que dedicamos a los Derechos Humanos, tras la jornada mundial dedicada a ellos, el 10 de diciembre que este año cayó en domingo.

      El 'pasaclases' es una actividad que llevamos realizando desde hace años, consistente en que, por parejas, difundimos lo que hace el Grupo Escolar a todas las clases del Instituto. Parejas de los primeros cursos de la ESO entran en las clases de Bachillerato y de 4º, y son los mayores del Grupo quienes entran en las clases de los más pequeños. Van siempre en compañía de alguien adulto, casi siempre profesores, pero esta vez también se nos sumó una madre de alumnos.
      Resulta complejo organizarlo, pues es necesario pensar muy bien en qué clase entramos, de qué clase salen nuestros activistas, y qué adultos tienen disponibilidad en esos momentos. Hay también que comunicarlo al Claustro de profesores, de modo que todo el mundo quede avisado.
      Pero vale la pena ese esfuerzo extraordinario cuando nos damos cuenta de que forma ya parte del paisaje habitual de diciembre que grupos de personas con sus chalecos amarillos recorran los pasillos con la misión de transmitir nuestro mensaje.
      Una vez dentro de las clases, explican qué es Amnistía Internacional, qué es la Red de Escuelas y qué hace nuestro Grupo Escolar. Después presentan las propuestas de cada año.

      En 2017 recogíamos firmas por Sakris Pupila, un defensor de los derechos de las personas transgénero en Finlandia, y por el movimiento hondureño indígena MILPAH, que reivindican la propiedad de sus tierras. Durante los cinco recreos de la semana, y en el Nocturno, reunimos 374 firmas para el caso de Sakris, 111 para el Gobierno de Honduras, y 121 mensajes de ánimo para MILPAH. Unidas nuestras firmas a las que se recogen en esos días por todo el mundo, hace que se muevan leyes, que se trate mejor no solo a las personas que dan nombre a la campaña, sino también a muchas otras que están en su mismo caso. Es el gran objetivo de este verdadero maratón de firmas universal.

      En el 'pasaclases' animamos también a escribir las postales de la campaña 'Regala tus palabras', para tres personas, el defensor de Bahréin, Nabeel Rajab, la activista camboyana por el derecho a la vivienda, Tep Vanny, y el intelectual chino Ilham Tohti. Luego, en ciertas clases de Inglés, se hizo la lectura de los casos en voz alta y se suscitó un debate que conllevó que
prácticamente todos los alumnos hiciesen un borrador escrito en inglés para las postales. Una alumna especialmente meticulosa, utilizó un programa de traducción on line para convertir su mensaje en el idioma de cada una de esas tres personas, y lo copió meticulosamente en sus tarjetas, letra a letra en caracteres extraños.

      En cada clase explicamos la campaña permanente 'Recicla tu móvil', que hace reflexionar sobre el coltán y pretende que las compañías de telefonía móvil indaguen si se cumplen los Derechos Humanos en su cadena de producción, y rechacen el trabajo infantil en las minas, el empleo de menores en las guerras por el control de ese mineral, o las violaciones de mujeres como arma de esas guerras.

      En esa semana de los Derechos Humanos, hay miembros del Grupo Escolar que se estrenan en hablar en público, llenos de nervios, pero disfrutan, porque lo llevan bien ensayado, creen en ello, y lo transmiten desde su verdad, con lo que captan el interés de quienes los escuchan, e incluso suscitan aplausos sinceros y bien merecidos. Les parece una experiencia emocionante, maravillosa de transmisión de valores, desde el convencimiento de que los Derechos Humanos hay que protegerlos siempre. 

      En la siguiente reunión semanal de los viernes, valoramos cómo había ido la semana.
      En relación con la recogida de firmas, se destacó que estar en las mesas durante los recreos era muy gratificante, ya que mucha gente se paraba a preguntar y a firmar, tanto alumnos, como conserjes o profesores. También tuvo muy buena acogida que se hubieran lanzado a buscar firmas por el patio.

      En cuanto a la exposición sobre la Convención de los Derechos del Niño, que paralelamente y gracias al trabajo de la clase del Grupo Específico Singular, estuvo colgada hasta el último día del trimestre en la planta baja del Instituto, lamentamos que no tuvo demasiadas visitas, y que los carteles nos parecieron poco atractivos para la edad de Secundaria, aunque quizá sí sea apropiada para Primaria. Aun así, opinamos que es importante informar de los Derechos de la Infancia.

      Comentamos el 'pasaclases' desde el punto de vista de quien lo hace y de quien lo escucha. La valoración general fue positiva. Algunos hicieron notar que el comportamiento de sus clases había sido mejor que el habitual del día a día. Destacaron que en algún caso habían permanecido hablando de Derechos Humanos toda la hora, y que en otras, encontraron que precisamente en ese momento estaban con una actividad sobre DDHH. 
      En otro sentido, también surgió la crítica de una alumna del Grupo, que habló del estrés que le supuso haber tenido que entrar en más clases de las previstas, y que en todas ellas hubiera chicos de veinte años, cuya atención era difícil de captar. Menos mal que sus profesores se habían impresionado al escuchar a una persona tan joven hablar tan bien de un tema desconocido para algunos de ellos.  
      Hay quien habla de la impresión inicial de saber que tantos alumnos iban a estar oyéndolos, pero al final se olvidaban, porque se daban cuenta de que se trataba de una gran oportunidad para que más gente se apuntase al Grupo Escolar. De hecho, hubo personas que preguntaron qué hay que hacer para pertenecer a él, y, tras las vacaciones, hemos tenido nuevas incorporaciones. También el asistente de Inglés se ha incorporado a nuestras reuniones tras una clase de 4º en la que se trató de la Declaración de los DDHH, pues quedó impresionado por el trabajo y por la actividad del Grupo.
   Por su parte, la madre de alumnos, que había acompañado a principiantes, ella con su propio peto de Amnistía, quedó muy gratamente impresionada. Valoramos finalmente muchísimo la muy buena acogida del profesorado de todas las clases en las que habíamos entrado, y se lo hemos agradecido de forma personal y mediante un correo electrónico general.

      En definitiva, después de todo este trabajo, nos sentimos muy satisfechos de haberlo hecho, de haber contribuido a extender nuestra labor y de contagiar la necesidad de luchar por los Derechos Humanos.